viernes, 23 de noviembre de 2007

NAVIDAD PERUANA Y ALCALDE GRINCH..!!


Nos tomó mucho tiempo caminar, preguntar, hasta descubrir donde se producen los cientos de retablos y pesebres, que invaden Lima a dias de la celebración de Navidad. Gracias a ellos, cada año reviven un hermoso ritual miles de familias peruanas cuando en torno a una montaña de papel y cajas de diverso tamaño, toda la familia nos vemos unidos y embarcados en el esperado "armado" del nacimiento de Jesús.

Y es que los peruanos tenemos eso en la sangre. Animismo y creatividad. Cada año, nos unimos tios bien tíos, abuela, enanos ocurrentes y padres renegones, para gozar como niños armando la divina gruta con pesebre incluido, poniendo en juego todas las habilidades posibles y la ilusion de revivir cómo fue el nacimieto del Hijo de Dios..
Pero, algo estaria a punto de evitar que estos rituales caseros y tradicionales no se hagan realidad este año. Resulta que la autoridad municipal de La Victoria, su alcalde, se niega autorizarles a los talentosos artesanos recién llegadas del lejanísimo Azángaro, la venta de toda su producción que durante 7 a 10 meses del año han preparado para esta ocasión.


De tal manera que toda la esperanza de ventas de dos pueblos vecinos, Domingo Choquehuanca y la archiconocida Pucará ( la de los toritos ) se veria frustrada, cancelada, obligada a la peor de las pérdidas, si no venden sus productos. Cientos de clientes vienen de todo el país. Todos están programados, no hacen sino llegar a la calle Sucre en el barrio de San Pablo, de "la rica Vicky" , escoger la mercaderia y de inmediato llevársela en cajas por el simple atractivo de ser nacimientos hechos totalmente en Perú.

¿Asi podemos tratar al talento y al nivel de competitividad de humildes peruanos de color curtido por las heladas altoandinas? ¿Así hemos de pagar el esfuerzo de quienes domaron los andes para lograr alimentos maravillosos?

Consideramos que estamos a tiempo de lograr que cierto alcalde entre en razones edificantes. La cuadra 19 de Sucre en el renombrado San Pablo, suele ser un muladar todo el año, un espacio tomado por fumones y moscas zigzagueantes hasta que llega noviembre con sus reyes magos andinos, con sus angeles de arcilla y miles de pastores diminutos. Entonces otra energia vive en sus calles, el barrio cobra vida e ilusiones. El amor y la ternura que convoca "el Misterio" de Jesús horada el alma de gentes al borde del descontrol.. Todos los vecinos de San Pablo logran algún ingreso con estos artesanos azangarinos-huancainos y demás etc. Vivimos tiempos de egoismo, los Nacimientos nos unen más a las familias... Esta navidad a la peruana nadie podrá detenerla..!!


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